domingo, 5 de febrero de 2012

Las cosas que no nos dijimos.

Tomas rozó los labios de Julia con las yemas de los dedos y le besó los párpados.
-He intentado convencerme de que podía vivir sin ti, pero ya ves, no lo consigo.
-¿Y África, tus reportajes? ¿Y que dirá Knapp?
-¿De que me sirve recorrer la tierra para traer la verdad de los demás si me miento a mí mismo, de qué me sirve ir de pais en pais cuando la mujer a la que amo no está en ninguno de ellos?
-Entonces no te hagas mas preguntas, era la manera más bonita de decirme hola -dijo Julia poniéndose de puntillas.
Se besaron y fue un beso muy largo, como el de dos personas que se aman hasta el punto de olvidarse del resto del mundo.
-¿Como me has encontrado? -preguntó Julia, acurrucandose en los brazos de Tomas.
-Te he buscado veinte años, de modo que encontrarte en la puerta de tu cara no era lo más dificil del mundo, créeme -contestó.
-Diecisiete, y créeme, ¡ha sido demasiado tiempo!
Julia volvió a besarlo.

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